Las mascarillas son productos de belleza multifuncionales que podemos utilizar fácilmente en casa, ya que prácticamente todos los ingredientes los podemos encontrar en la cocina.
Hay algunos que son básicos que nos sirven de comodín para crear otros productos como la arcilla blanca, la gelatina o el bicarbonato de sodio. Otros los utilizamos para casos más concretos. Aquí os hago un pequeño resumen de los más útiles para el cuidado de la piel.
El café molido es una gran fuente de polifenoles que reducen la sequedad de la piel, la rosácea, la irritación o deshidratación. Tiene propiedades hidratantes que protegen la epidermis contra factores externos. El café molido además actúa como peeling, desincrustando poros o pequeñas impurezas.
La zeolita es de origen volcánico y tiene capacidad protectora contra el daño ocasionado por las radiaciones ultravioletas. Además purifica y regenera la piel y es un ingrediente muy interesante para desintoxicar y conseguir una limpieza profunda.
La arcilla negra, también es de origen volcánico y tiene propiedades anti-inflamatorias, es absorbente y reduce el estrés que provoca el efecto de rostro apagado. Es excelente para pieles grasas y gracias a su alto contenido en Aluminio y Silicio es un gran rejuvenecedor.
El hibisco molido iguala el tono de la piel, mejora la hiperpigmentación, las manchas oscuras y la decoloración. Además por su alto contenido en antocianinos combate los radicales libres y retrasa el envecimiento por lo que funciona de maravilla como mascarilla antienvejecimiento.
La gelatina sin sabor es puro colágeno natural además de una proteína esencial para mantener la elasticidad y firmeza de la piel. Reduce la aparición de arrugas y suaviza las finas líneas.
El bicarbonato de sodio es alcalino por naturaleza y elimina las células muertas que se encuentren en la superficie de la piel sin causar daños, además también hace la función de equilibrar el pH de la piel.
La arcilla verde tiene propiedades anti-inflamatorias que ayuda a calmar irritaciones, aliviar el enrojecimiento y a reducir la inflamación. Es perfecta para pieles sensibles y con tendencia a rojeces.
Por último la arcilla blanca tiene propiedades seborreguladoras, es exfoliante y absorbe impurezas. Aportando luminosidad al rostro. Es ideal para quitar manchas. Esta arcilla rebosa de minerales, regenera células y tiene un efecto lifting inmediato.
Deja volar tu imaginación y crea la combinación que más se adapte a tus necesidades, recuerda que no sólo se activan con agua, también hay otros ingredientes que pueden aportarles más beneficios como usar un humectante, cítricos o aguas florales. A disfrutar!